Manifiesto

Ilustración: Vincent van Gogh, Campo de trigo bajo la lluvia, 1889. 

Manifiesto de los sobrevivientes de las inundaciones

A medida que se acumulan los impactos del calentamiento global, crece la necesidad de una política medioambiental progresista. Nadie lo sabe mejor que los líderes de base que componen Anthropocene Alliance. Hemos trabajado con ellos para elaborar un manifiesto destinado a detener o reducir las inundaciones.

El manifiesto habla por sí mismo, pero se pueden destacar tres puntos por adelantado: 1) Ayudar a la gente que más lo necesita; 2) No construir donde se inunda; y 3) Poner fin a las prácticas dañinas que provocan las inundaciones, como la destrucción de bosques y humedales, y que siguen liberando gases de invernadero a la atmósfera.

Agradecemos la colaboración con cualquier organización que comparta estos objetivos.

Resumen

LAS PERSONAS POR ENCIMA DE LOS BENEFICIOS

1. Son las personas, y no los inmuebles caros, las que necesitan apoyo tras una inundación

2. Las inundaciones ya son bastante malas. No más racismo

3. Las comunidades saben de las inundaciones - Los gobiernos deben escuchar

GANELE A LAS PROBABILIDADES

4. No construir donde se inunda - Acabe con la corrupción

5. Dejar de reciclar las propiedades inundadas

6. Divulgar el riesgo de inundación

7. Hacer que el seguro de inundación sea justo

DEJE QUE LA NATURALEZA TOME LA INICIATIVA (NO EL CUERPO DE INGENIEROS DEL EJÉRCITO) 

8. Proteger o restaurar las ecologías que reducen las inundaciones

9. Desarrollar soluciones basadas en la naturaleza para reducir el riesgo de inundación

EL CLIMA CAMBIARÁ HAGAMOS LO QUE HAGAMOS, PERO PODEMOS EVITAR QUE OCURRAN CATÁSTROFES 

10. Comenzar a usar solo energías renovables y alejar a las comunidades del peligro.

Manifiesto de los sobrevivientes de las inundaciones

1. Son las personas, y no los inmuebles caros, las que necesitan apoyo tras una inundación

Un obstáculo para la distribución equitativa de los fondos tras una catástrofe es el uso de los análisis de beneficio y costo (benefit-cost analyses, BCA); éstos determinan qué comunidades reciben ayuda del gobierno y en qué cantidad. Pero los beneficios y costos que son difíciles de cuantificar, como los bienes históricos y naturales (lagos, arroyos, bosques y humedales), suelen quedar excluidos del cálculo. Además, los propietarios de viviendas de bajo valor suelen recibir indemnizaciones demasiado bajas para permitirles trasladarse a un barrio mejor y más seguro, perpetuando así la discriminación en materia de vivienda del pasado.

  • Revisar los protocolos de la BCA para tener en cuenta el valor de salvar vidas, preservar los bienes históricos y naturales, y proteger comunidades vitales y diversas.

2. Las inundaciones son malas. El racismo solo lo empeora

Las comunidades de todo Estados Unidos dependen de sistemas de aguas pluviales antiguos e inadecuados para protegerse de las inundaciones. Se trata de un problema de seguridad. Pero también es una cuestión de justicia racial. La antigua práctica común de "redlining" (denegar hipotecas a personas de color cuando intentaban comprar en zonas de mayoría blanca) condujo a un sistema separado pero desigual de inversión en infraestructuras. (Aunque ahora es ilegal, la discriminación en los préstamos hipotecarios sigue siendo común.) Como resultado, las comunidades de color sufren una cantidad desproporcionada de inundaciones. Además, la industria pesada -cuyo incluye las minas, las refinerías de petróleo y las plantas químicas- es más probable que se encuentre en comunidades de bajos ingresos y de minorías, lo que supone una amenaza para la salud y la seguridad de los residentes.

  • Comprometerse a reparar el medio ambiente en forma de inversiones en infraestructuras estatales y federales y programas de vivienda, como la ampliación del programa Community Development Block Grants, cuyo proporciona subvenciones a la comunidad.

  • Dar prioridad a la contratación de residentes locales en las obras de infraestructura, y proporcionar aprendizajes y formación laboral cuando sea necesario.

  • Exigir a las industrias contaminantes que inviertan en mejoras de las infraestructuras y que paguen por la reparación o por el traslado de los residentes a un lugar seguro. Si las industrias que producen productos tóxicos no pueden cambiar a procedimientos saludable, deben ser cerradas. 

3. Las comunidades saben de las inundaciones - Los gobiernos deben escuchar

Las comunidades que son expuestas a inundaciones frecuentes las entienden bastante bien. Ven las señales, observan los impactos y documentan las consecuencias. Y sin embargo, como no son científicos ni empleados del gobierno municipal, sus conocimientos suelen pasarse por alto. Este descuido de los conocimientos locales es aún peor cuando las comunidades afectadas son de bajos ingresos o de color. Además, los programas de recuperación a largo plazo, como el Community Development Block Grant-Disaster Relief, sólo permiten una aportación limitada de los ciudadanos. En cambio, los promotores ricos y los intereses inmobiliarios suelen determinar dónde se lleva a cabo la reconstrucción.

  • Exigir que los programas federales, estatales y locales de mitigación y recuperación de catástrofes se comprometan con los supervivientes de las inundaciones (las comunidades de primera línea) durante cada etapa.

  • Detener la puerta giratoria: Prohibir que los promotores, las empresas de ingeniería y los agentes inmobiliarios formen parte de los consejos de administración que redactan o aplican las normas de planificación y zonificación.

4. No construya donde se inunda. 

El desarrollo irresponsable en las zonas inundables ha puesto a la gente en peligro. Una de las razones por las que ha empeorado tanto es la corrupción o el hecho de que se atienda a grupos de intereses especiales, como ingenieros y promotores. El resultado es que el afán de lucro privado se antepone a la necesidad pública de salud y seguridad.

El Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones (The National Flood Insurance Program, NFIP) ha empeorado las cosas al sancionar la construcción de diques y permitir el uso de rellenos para elevar las propiedades. Estas prácticas permiten construir en zonas inundables, pero aumenta el riesgo de inundaciones río abajo y en las areas cercanas. La mala aplicación de las leyes existentes por parte de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (Federal Emergency Management Agency, FEMA) también fomenta el mal desarrollo. Y el riesgo de inundación sigue aumentando a medida que el cambio climático provoca tormentas más intensas y aumenta el nivel del mar.

  • Reformar la NFIP para prohibir nuevas construcciones en las llanuras de inundación 

  • Dejar de emitir seguros de inundación para la construcción en la (llamada) llanura de inundación de 100 años. 

  • Hacer cumplir los requisitos de gestión de llanuras de inundación de la NFIP. 

  • Aprobar leyes municipales anticorrupción sólidas (por iniciativa ciudadana), para prohibir los regalos de campaña de los grupos de presión y obligar a la divulgación total de todas las donaciones de campaña.

5. Dejar de reciclar las propiedades inundadas

La NFIP pagará la reconstrucción de las viviendas aunque se hayan inundado una y otra vez. Estas propiedades con "pérdidas repetitivas" son responsables de una gran parte de los daños pagados por el NFIP. Eso es ridículo. Lo que la NFIP debería apoyar son las medidas de mitigación, como la elevación, la reubicación de la comunidad y la adquisición de esos terrenos. Sin embargo, las adquisiciones son innecesariamente complejas y burocráticas -el tiempo medio que tardan es de 5,7 años-, lo que las hace inútiles salvo para los pocos que el tienen dinero y la paciencia para esperar.

A medida que el nivel del mar suba, será necesario reubicar pueblos enteros, incluso ciudades enteras. Hay que empezar ya un esfuerzo de planificación masiva.

  • Los programas gubernamentales de adquisición deberían reflejar el costo de trasladarse a zonas deseables, lejos de las inundaciones, la contaminación u otros peligros, y eliminar el requisito de repartición de costos para las comunidades de bajos ingresos.

  • Prohibir la reconstrucción en propiedades (inundadas) adquiridas por el gobierno. 

  • Prepararse para la migración masiva y climática trabajando al lado de los residentes afectados para crear y apoyar nuevos modelos de reubicación, para creár nuevas comunidades, no sólo casas. 

6. Divulgar el riesgo de inundación 

Antes de mudarse a una nueva casa o comunidad, la gente debería conocer los riesgos de inundación presentes y futuros. Lamentablemente, esa información suele ser difícil de encontrar. En la actualidad, 20 estados no exigen que los vendedores revelen a compradores potenciales los riesgos de inundación de una propiedad ni los daños causados por las inundaciones en el pasado. Los otros 30 tienen leyes de divulgación diferentes. Hasta que haya una norma federal, este enfoque aleatorio deja a muchas personas en la oscuridad sobre los riesgos de inundación a los que se enfrentan. Además, los mapas de inundaciones de la FEMA suelen ser inexactos, no están actualizados, y no toman en cuenta el cambio climático futuro. Necesitamos mejores datos y mapas, con más precisión y que esten orientados al futuro si queremos mitigar las inundaciones del futuro.

  • Publicar y hacer accesibles todos los datos federales sobre las inundaciones. 

  • Durante las transacciones inmobiliarias, la NFIP debería exigir la divulgación de toda información relacionada con inundaciones. 

  • Actualizar los mapas de inundaciones y tomar en cuenta el cambio climático. 

7. Hacer que el seguro de inundación sea justo  

Las primas de la NFIP actualmente no reflejan el riesgo de inundación. Muchas propiedades en zonas de alto riesgo reciben tarifas subvencionadas, a pesar del riesgo de pérdidas catastróficas. Esto crea un riesgo fiscal para el gobierno federal y, por extensión, para los contribuyentes. Además, cuando la FEMA ofrece seguros de inundación por un precio menór que el costo, no comunica adecuadamente los riesgos ni incentiva la mitigación. Al mismo tiempo, es esencial que los seguros contra inundaciones sean asequibles y accesibles para los hogares con menores ingresos hasta que las comunidades puedan salir del peligro.

  • Basar las tarifas de los seguros de la NFIP en los riesgos reales, en combinación con asistencia de asequibilidad comprobada. 

8. Proteger o restaurar las ecologías que reducen las inundaciones 

Cada vez se reconoce más que nuestra infraestructura ecológica es muy eficaz para proteger a las comunidades contra las inundaciones cuando está intacta. Por lo tanto, la protección de los arroyos, las llanuras de inundación, los humedales, los bosques y las cuencas hidrográficas existentes es esencial. En las zonas costeras, las marismas, los manglares, las playas y las dunas de arena, y los arrecifes de coral y de ostras reducen la altura de las olas y de las tormentas, la erosión del litoral y las inundaciones interiores. Los beneficios económicos de la protección de las zonas naturales superan los costos. Estas zonas proporcionan a las comunidades belleza, recreo y descanso, además de protección.

  • Nacionalizar la orilla del mar estableciendo un parque de 90.000 millas de longitud que envuelva la costa del país

  • Ampliar las servidumbres de conservación y los programas de financiación asociados 

  • Ampliar los terrenos públicos federales, estatales y locales para la conservación. 

  • Reconocer la soberanía indígena. Las comunidades indígenas tienen siglos (incluso milenios) de experiencia en la protección de la infraestructura ecológica.

9. Desarrollar soluciones basadas en la naturaleza para reducir el riesgo de inundación  

Los enfoques "basados en la naturaleza" para la mitigación de los peligros imitan a la naturaleza pero están hechos por personas. Históricamente, los Estados Unidos han confiado principalmente en las defensas industriales ("infraestructura gris"), a menudo construidas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (establecido en 1802) para la protección contra los peligros naturales.

Sin embargo, estas defensas estructurales, por ejemplo, los diques, los malecones y las vías de inundación, son costosas de construir y mantener y a menudo no funcionan como prometen. Las soluciones basadas en la naturaleza tienen múltiples beneficios sociales, medioambientales, recreativos y económicos más allá de la reducción del riesgo de inundación. Aunque algunas comunidades necesitarán una combinación de infraestructuras naturales y grises, debemos cambiar nuestro énfasis a las soluciones basadas en la naturaleza para reducir la vulnerabilidad a los peligros naturales y aumentar la resiliencia de las comunidades.

  • Exigir que todos los proyectos de resiliencia financiados por el gobierno federal y estatal den prioridad a las soluciones naturales o basadas en la naturaleza. 

  • Reforzar el equipo Army Corps para que se enfoque en soluciones naturales a las inundaciones

10. Transición rápida a las energías renovables. Reorientar la economía para poner a las personas por encima de los beneficios

Según los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, si se siguen extrayendo y utilizando combustibles fósiles, dentro de veinte años se producirán catástrofes climáticas aún peores -inundaciones, incendios, calor excesivo y sequías- que las actuales. Una o dos generaciones después, las temperaturas globales y el nivel del mar aumentarán hasta tal punto que la tierra se volverá casi inhabitable.

Tenemos que acabar con el uso de los combustibles fósiles y pasar a una economía centrada en la satisfacción de las necesidades humanas reales, no en la búsqueda de beneficios. Por lo tanto, nuestros sectores de energía, transporte y alimentación deben transformarse de forma rápida y equitativa para convertirse en neutros en cuanto a las emisiones de carbono, desplegando energías renovables como la eólica y la solar (especialmente en los techos), al tiempo que se disminuye o elimina la agricultura animal, intensiva en el uso de combustibles y destructiva para el medio ambiente. La mayor parte del costo de esta transformación debería pagarse con los bienes de la industria de los combustibles fósiles.

  • Redistribuir los bienes de los combustibles fósiles. Las empresas energéticas se han beneficiado de la generosidad pública durante más de un siglo. Es hora de devolver el dinero.

  • Valorar a las personas y no los beneficios en los sectores de la energía, el transporte, los bienes de consumo y la alimentación

  • Garantizar empleos buenos y gratificantes para todos los desplazados por la transición