Move Past Plastic (MPP) tiene la misión de ayudar a la sociedad a alejarse del derroche de plásticos de un solo uso y avanzar hacia una economía regenerativa más en armonía con la naturaleza. Fundado en 2021 en el centro de Pensilvania, el MPP es un conglomerado de personas, organizaciones y empresas que ofrecen educación y recursos destinados a conseguir que las empresas y los consumidores comprendan mejor y reduzcan su uso del plástico. Trabajan para cambiar las ordenanzas y crear leyes que ofrezcan alternativas a los plásticos de un solo uso, al tiempo que disminuyen el consumo y los residuos. El MPP también trabaja para desmontar los mitos del reciclaje, considerado una falsa solución a la contaminación por plásticos al trasladar gran parte de la carga a los consumidores y no promover su responsabilidad. Como líder en ayudar a la gente a entender las complejidades de la crisis del plástico de un solo uso y la necesidad de nuevas regulaciones para resolver este enojoso problema de contaminación, el MPP está ayudando a los habitantes de Pensilvania a generar un mundo más sano y sostenible.
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El MPP es una organización de base patrocinada por la Fundación TLC. La organización celebra reuniones mensuales periódicas y organiza mesas en actos locales para informar a la gente de cómo puede alejarse de los plásticos de un solo uso y de los peligros tóxicos de las PFAS (sustancias polifluoroalquílicas). Esto incluye educación sobre todo el ciclo de vida del plástico, así como la amenaza para la salud medioambiental que supone la toxicidad química de los plásticos de un solo uso, además de la contaminación. Las campañas incluyen pedir a los consumidores que calculen cuántos artículos de plástico de un solo uso compran al hacer la compra y que acepten el reto de reducir el porcentaje de artículos de plástico de un solo uso adquiridos; animar a los votantes a escribir al Congreso para instar a que se opongan a las exenciones y al tratamiento especial de las denominadas tecnologías de "reciclado químico"/quema de plásticos y residuos plásticos; y pedir a la EPA que prohíba el cloruro de vinilo tras el terrible desastre químico de East Palestine (Ohio).