Winyah Rivers Foundation, Inc., que opera como Winyah Rivers Alliance, es una coalición de defensores de los ríos cuya misión es proteger, preservar, vigilar y revitalizar la salud de las tierras y aguas de la gran cuenca de la bahía de Winyah, en las Carolinas. Esta cuenca es la tercera más grande de la costa este. Constituida como organización sin ánimo de lucro en 2001, Winyah Rivers Alliance comenzó como una organización de base para velar por las cuencas hidrográficas de la Lower Pee Dee Basin, que representa un área de drenaje de 11.700 millas cuadradas que incluye los ríos Waccamaw, Lumber, Little Pee Dee, Great Pee Dee, Sampit, Lynches y Black. La organización fomenta la administración de los recursos fluviales a través de la educación y el activismo, que incluye limpiezas de ríos, vigilancia del agua por voluntarios de la comunidad y conferencias; campañas de lucha contra los combustibles fósiles contaminantes del agua y las empresas productoras de carne; y trabajo con socios para preservar y proteger las tierras alrededor de los ríos para su conservación y recreo.
Waccamaw Riverkeeper y profesores y estudiantes de la Coastal Carolina University se unieron para limpiar una zanja junto al Coastal Science Center (foto cortesía de la página de Facebook de Winyah Rivers Alliance).
La Alianza, con sede en Conway, Carolina del Sur, manifiesta su visión de agua limpia y comunidades sanas a través del trabajo de su Director Ejecutivo, Subdirector, Junta Directiva, personal, contratistas y voluntarios. Entre sus socios figuran gobiernos estatales, del condado y locales, otras organizaciones sin ánimo de lucro y financiadores privados. También colaboran con la Universidad Francis Marion, la Universidad Coastal Carolina y la Universidad de Carolina del Norte, Pembrook, para formar a voluntarios en el uso de equipos de análisis medioambiental para recoger muestras de agua. Los voluntarios también colaboran en las limpiezas fluviales, recogiendo cerca de 7.500 residuos durante los actos celebrados en 2023. En el frente de la defensa, la Alianza se enfrentó a Dominion Energy y Duke Energy, y ganó. Una batalla de seis años contra un gasoducto de metano terminó en 2020 cuando las empresas abandonaron el proyecto. La Alianza organizó enérgicas protestas contra el proyecto por considerarlo inseguro para el medio ambiente e injusto para las diversas comunidades que viven a lo largo de las vías fluviales afectadas.