Desde 2012, South Bronx Unite (SBU) ha movilizado a residentes, organizaciones, instituciones y aliados para mejorar el futuro social, medioambiental y económico de Port Morris y Mott Haven. Apodado "Callejón del asma", el sur del Bronx ha soportado décadas de políticas discriminatorias y desinversión que concentraron instalaciones contaminantes como estaciones de transferencia de residuos, centrales eléctricas y grandes autopistas a lo largo de su frente marítimo, al tiempo que negaban a los residentes -principalmente familias negras, morenas e inmigrantes- el acceso a espacios verdes y recursos básicos como centros comunitarios. Este entorno tóxico ha creado una crisis de salud generacional con tasas desproporcionadas de asma, enfermedades cardíacas, diabetes, deterioro cognitivo y mortalidad infantil, atrapando a los residentes en un ciclo inextricable de mala salud y pobreza. Desarrollando soluciones impulsadas por la comunidad, priorizando el acceso a la costa y los espacios verdes, y abogando por un fideicomiso de tierras de la comunidad, SBU prevé un próspero South Bronx.
Rebelión con Extinction Rebellion en abril de 2022
Fundada y dirigida por residentes del sur del Bronx, la junta directiva y los cinco empleados de SBU son casi en su totalidad personas de color que reflejan la diversidad del barrio, unidas en su compromiso con la justicia medioambiental, económica y social para su comunidad. Un paso hacia esa visión es su emblemático plan para el paseo marítimo de Mott Haven-Port Morris, destinado a transformar un tramo de 6,5 km en un espacio abierto multiusos, aumentar el acceso al paseo marítimo, crear parques, mejorar la calidad del aire y aumentar la resistencia climática frente a las inundaciones. Además del plan para el frente marítimo, su labor incluye, entre otras cosas: la instalación de 60 monitores de calidad del aire; la adquisición de un edificio municipal abandonado y su transformación en un centro comunitario; la elaboración de normas nacionales sobre emisiones contaminantes; el fomento de la equidad en los espacios verdes abiertos y la gestión de los espacios verdes locales; el fortalecimiento del movimiento de fideicomisos de tierras comunitarias de la ciudad de Nueva York; e iniciativas para acelerar la transición de los vehículos medianos y pesados a los eléctricos.