Advocates for Safe Alaska Highways (ASAH), fundada en 2022 en Fairbanks, es una organización de base sin ánimo de lucro creada para hacer frente a los graves riesgos que plantea el proyecto de la mina de oro de Manh Choh: una mina de oro a cielo abierto y los remolques de 80 toneladas de carga completa y 95 pies que transportarán la roca unos 250 kilómetros diarios por carreteras públicas, incluidos tramos estrechos y helados de las autopistas de Alaska y Richardson utilizados por familias, autobuses escolares y vehículos de emergencia. Además de los peligros para el tráfico, el proyecto amenaza la calidad del aire y del agua de la región, aunque no se ha realizado ninguna declaración de impacto ambiental. La ASAH insta a las agencias gubernamentales a rechazar la actual ruta de transporte y exigir en su lugar alternativas más seguras. Asimismo, el grupo exige transparencia y responsabilidad a Kinross Gold para proteger la salud pública, la seguridad vial y los recursos vitales de subsistencia frente a daños irreparables.
Dirigida por un pequeño equipo de residentes comprometidos desde hace tiempo con el interior de Alaska, ASAH surgió en respuesta a la negativa de Kinross Alaska a procesar el mineral in situ en la mina de Manh Choh, cerca de Tetlin. En su lugar, la empresa planea transportar mineral en bruto más de 150 viajes de ida y vuelta al día a una fábrica cercana a Fairbanks, poniendo en peligro la estabilidad de las carreteras, los cruces de fauna y las comunidades rurales a lo largo de la ruta. La defensa de ASAH ya ha conseguido que se refuercen los límites de peso en puentes clave y ha llamado la atención sobre los riesgos de seguridad que se pasan por alto en los informes estatales. Con más de 2.600 firmas de petición y una fuerte presencia en reuniones municipales, audiencias públicas y conferencias con funcionarios electos, ASAH se asegura de que las voces de la comunidad no sean ignoradas. A través de actos, campañas de comentarios públicos y actividades de vigilancia, ASAH sigue exigiendo responsabilidades a la industria y al gobierno, garantizando que la población y el medio ambiente del interior de Alaska no sean sacrificados por la conveniencia de las empresas.